Es hora de hablar otra vez. De desahogarme en un vacio cibernetico. De escribir los atropellados pensamientos que cruzan mi mente como estrellas fugaces. Que se enfocan por un instante y luego se pierden y transforman. Pasando de la violencia y la venganza a ideas tiernas que me hacen derramar lagrimas.
Si porque no reclamar este espacio de nuevo. Vamos a ver que sale.
Si porque no reclamar este espacio de nuevo. Vamos a ver que sale.